Contacto con la Naturaleza
Pasear uno días con la playa o la montaña como escenario de fondo es una terapia que a todos sana. Apoyarnos en la visible estabilidad que la naturaleza ofrece es algo que realizamos naturalmente, además de sentirnos mejor y menos cargados. Por unos instantes podemos percibir que toda una perfecta maquinaria se mueve a un ritmo constante de manera integral y cada parte con una armonía envidiable. Nada desafina con el movimiento general, nada actúa ni se siente aislado. Todas sus partes son engranajes individuales que colaboran colectivamente sosteniendo la evolución de la esencia que comparten. Su lenguaje es un aparente silencio lleno de expresión y comunicación, los cuales permiten la constante estabilidad y funcionamiento de las leyes de la naturaleza y de su movimiento.
El hombre, como parte de la naturaleza, tiene la posibilidad de alterar esta maquinaria y a si mismo, o de evolucionar favorablemente ajustándose a las pautas que ofrece la misma.
Este es el punto que todas las generaciones del hombre se enfrentaron. El hombre pudo haber evolucionado en varios aspectos pero para su mundo interior parece empezar una y otra vez sin poder capturar por completo su esencia. Paradójicamente aquí esta la clave para la vida humana. El equilibrio, el poder y el bienestar del hombre dependen del grado de fortaleza de su unión con los valores de evolución estables de la naturaleza. Esto le dará mayor equilibrio a los aspectos cambiantes de su personalidad. Caso contrario, si este lazo es débil el hombre estará a merced de su aspecto más volátil e inestable: Las Emociones.